jueves, 14 de agosto de 2008

Insight sobre el insight

Como suele suceder, justo cuando la gente empieza a entender insights y lo importante que puede ser hacer comunicación emocional, la cosa empieza a ser algo irrelevante.
Si, me quiero identificar con cosas, productos y marcas, siempre y cuando no impongan una personalidad sino sean suficientemente flexibles para que nosotros (como cuando uno lee un libro) le agreguemos nuestro toque personal y la hagamos nuestra, a nuestra manera, realmente signifique algo para nosotros sin tenernos que asociar con un modelo de marca rígido y masivo.

Seguramente ya vieron la nueva campaña del just do it.



Y la marca apá? Y el producto apá? Y el target? Seguro no nomás son deportistas de alto rendimiento no?
El comercial funciona porque no se mete contigo, deja que tu te metas con él. Propone algo, qué quien sabe, pero te deja sentir algo, te mueve, seas flaco, gordo, activo o huevón, fan de reebok o de la hamburguesa doble hawaiana con tocino y friegos de mayonesa.

Entonces, qué tan importante es el delivery de un mensaje muy claro - lease los mil y un one things to communicate - vs el delivery de una emoción o de un sentimiento un poco más vago pero más universal? Qué tan importante es tratar de empatizar con el target a través de un insight y tratar de meternos en su forma de ser, su perfil psicográfico? Por qué no mejor aceptamos el insight de los insights: que la gente es gente y no consumidor? Que no quieren que alguien se meta en sus vidas, sea interrumpiendo en ellas (con medios y mensajes tradicionales) o a través de disque insights para fomentar una asociación de estilo de vida, look and feel tanto 2d como de carácter, que muchas veces nos deja viendonos ñoños.

No digo que los insights no sirvan de nada, solo digo que se pueden utilizar de otras formas.

Tonses... hay otras formas de hacer las cosas, no sólo con los insights sino también con los productos. Los productos no agarran significado por sí mismos. Necesitan de publicidad, de gente que los vea y use, de una razón de existir más allá de hacer dinero y de un proceso que acompañe esta razón de ser. No todos los productos tienen esto último, porque muchos se enfocan en la parte del $$$. Sea como sea: no hay producto sin proceso. Y si entonces, en algunos casos nos olvidamos del insight, nos olvidamos de las características funcionales del producto y nos metemos un poco más en el proceso de cómo, dónde y el por qué de los productos o servicios? Si, la verdad si suena a publicidad 50era. Pero lo que la gente quiere son mensajes directos, sencillos, abiertos, humanos, sin choro mareador, quiere creer en algo más que solo verse bien, ser aceptado y pertenecer, distinguirse por medio de marcas. Más que en el pasado estamos en el knowledge economy, y ahora sí, no sólo es importante esta economía dentro del lugar de trabajo, sino que también dentro de la sociedad. La gente se mide por su cultura y esto empieza a implicar un conocimiento un poco más profundo sobre las marcas: ya no basta únicamente con asociarse con un lifestyle, es importante que la cultura que estamos transfiriendo con nuestros productos y servicios permeen en todo lo que hacemos.

Suficiente con el rollo que hasta yo ya me mareé.

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