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miércoles, 24 de septiembre de 2008

A veces pienso que la basura no es basura...

...sino que es una entidad fuera de contexto, puesto que si se encontrara en el espacio y tiempo indicados, podría ser algo de verdadera utilidad.

Justamente de esto trata el proyecto Take a seat, de reubicar desechos funcionales haciendo uso de la lógica más sencilla, la que surge a través de la observación de necesidades y problemas cotidianos. La idea básica de Jason Eppink, promotor de la instalación, es conseguir sillas en buen estado pero en desuso -que bien pueden encontrarse en los basureros o arrinconadas en cualquier garage-, y colocarlas en estaciones del subterráneo de Nueva York donde faltan bancas para esperar la llegada del metro.

Así de sencillo, así de lógico. ¿Por qué no hacer atmósferas más agradables y humanas de los sitios más concurridos y de mayor estrés? ¿Por qué nadie había pensado en esto? Quién sabe... quizás la idea ya se le había ocurrido a algún transeúnte cansado, pero Eppink decidió a hacerla una realidad tan funcional como estética... la combinación de diferentes tipos de sillas descontextualizadas me resulta genial.

Restando basura y sumando humanidad. Bien por la autogestión frente a la pasividad de las autoridades.

miércoles, 9 de julio de 2008

El Secreto en la Publicidad

Seguramente que muchos de ustedes ya han visto el famoso documental de El Secreto.
El secreto, resume en unos minutos La ley de la atracción (obtienes en tu vida lo que piensas).
Este famoso documental y el libro han sacudido a millones de personas en todo el mundo.

Acá un ejemplo de cómo el secreto se infiltró en una marca.
Aplaudo dos cosas:
1. El que vendió la idea y ,
2. El que la compró.

Seguramente que aplicaron bien los principios para que esto se realizara
y estuviera en youtube.

DG


lunes, 2 de julio de 2007

Que los creativos dejen de existir

Purpura, find your own voice, that's what matters! (it's not important if it's in english or in "xochimilqués"!) just be yourself and thanks for being it.

Ok. Siguiendo con el gran post de Purpura, publico algo que en algún momento ya había escrito en algún otro lado (¿deja vu? no!, cultura del "copipeist").

Yo digo que sería liberador si en nuestra profesión, los "creativos" dejaran de existir.

No, no me mal interpreten. No estoy diciendo que la creatividad deje de existir. Al contrario, hay que promoverla a todo nivel, en todo lugar y en todo momento!! (sí, en todo momento!, en los momentos más apremiantes es cuando uno es más creativo - esto lo dejo a su imaginación!). Apoyo, promuevo y creo amplia y profundamente en que debemos siempre estar en búsqueda de soluciones más interesantes, prácticas y efectivas a los problemas, a encontrar nuevas formas de expresión y a encontrar las vías y métodos que dejen a cada uno expresar lo que uno siente y piense, siempre sin afectar a terceros (lease, blog).

Lo que estoy diciendo es que se eliminen de todas las tarjetas de presentación el término "creativo" y todas sus ramificaciones y manifestaciones: Director Creativo, Director Creativo Asociado, Creativo Grouper, Creativo de Medios, Creativo de Medios ATL, etc, etc, etc.

¿La principal razón? Irónicamente, estos términos terminan eliminando la creatividad de cualquier organización.

Me explico.

Cuando una tarjeta de presentación se apodera del título, hace que el mismo se convierta en una especie de propiedad privada, es decir, algo a lo que los demás no pueden acceder. Por lo tanto, los que no tienen ese "adjetivo oficinista", terminan sintiéndose totalmente alejados del concepto. Y terminan pensando algo así como: "pues él fue el ganón, yo ya llegué tarde a la repartición, a él se lo dieron". ¿Qué logramos con esto? Bueno, pues "logramos" que los que no tienen ese título en su tarjeta de presentación, estúpidamente terminen diciendo (incluso creyéndoselo): "es que yo no soy creativo" (!!!!!!) . DIOS, por eso estamos como estamos.

Todos en esta vida somos creativos! a un nivel o a otro. Algunos podrán serlo en el "verbo" (y el "sustantivo"!), otros en lo matemático ("de a como nos toca con la cuenta?"), otros incluso en la solución de problemas familiares ("si te acabas la sopa de espinacas, hay postre"), alguien más en sortear las calles de la ciudad o algún otro en las artes del amor (hay de todo en la viña del señor)

Por lo que digo, imploro, es más, exijo (pediré a los policías capitalinos que me acompañen cerrando calles en mi marcha de protesta!) que POR FAVOR, se eliminen de todas las tarjetas de presentación la palabra "CREATIVO" ("Nombre por Nombre, Tarjeta por Tarjeta"). Que no se nos robe la oportunidad a todos de generar nuevas formas de expresión, de soluciones más eficientes o de una nueva forma de ver la vida.

O todos coludos o todos rabones!

Para mí la persona más creativa que he conocido en mi vida, es mi madre. Aún a pesar de que su contexto no era muy "inspirador y detonador" de ideas creativas (no tenía a su disposición XBox'es o mesitas de billar o ping-pong, o sillones muy cómodos con vistas al parque, ni su churro de mota), siempre halló la manera de encontrarle algo diferente a todo lo que hacía, a cualquier tarea o incluso a cualquier platillo que cocinaba. Siempre recordaré los famosos "viernes", que era cuando mis primos iban a comer a la casa después de la escuela, y que mi madre decía "hoy les toca probar esto que se me ocurrió". Gracias por esos viernes y por todo lo nuevo que probamos!

Agradezco a mi madre su forma tan sutil y a la vez poderosa de definir lo que debe ser la creatividad: Sin presumir y para todos.

Y aún así, no recuerdo que mi madre se haya presentado ante amigos, familiares o algún vecino diciendo: "Hola, soy Mamá Directora Creativa".

viernes, 29 de junio de 2007

Hoe!

Firstly, apologies to whom may be offended by finding an English written piece on a Mexican Blog. Bloody shocking, isn’t it. But you’ll have to deal with it in case you don’t like it. Kudos to those who don’t mind, cos I ain’t no gringo. What’s the reason for it? Cos that’s the way I like it, a-ha a-ha.

Lately I’ve been wondering how much our work as ppl living in adland is actually valued. Is it all worth it, do we really have a voice, the late nights, the long hours, the brainstrain mash-ups, and the client dealings. The ppl are surely nice, so is the coming to work in clothes that could easily be mistaken for dirty pjs, but forget about dressing like a bum… that’s something else. Let me quickly spill my guts on quality of work.
Quality of work is not necessarily if the offices you work in are a bloody testament to trendyness, if they allow you to come in flipflops that show your minging toe nails, if so, then sweet, but that’s just the tip of the iceberg. Try working your butt off, virtually being worse than someone’s pretty woman, cos even though we might get paid we, more often than not, end up bending over not once but several times for our clients (for the same price!!!). Damn! Do I wish I had a pimp to protect my skinny white batty crease.

So, we get paid to provide a so called quality and professional service, since we’re supposed to be the experts in our field. Right, in that case the way it ought to work, and continuing with the former analogy, we ought to be seen as something of an S&M mistress type of thing: we know what’s best for you to have the utmost satisfaction, in the right dosages in the right places, through the right tools. Oooh yeah! Instead, we’re very frequently treated more like your friendly neighbourhood crack hoe: “I pay you, so even though you might want or not want to do a specific sometin sometin cos you thing it’s the right thing to do, I, being the one who pays will tell you what to do and when to do it, no matter if in the end I end up getting some funky disease, or else…”

Uhu. Feeling a bit like a dookie? Really rewarding if that’s the sort of thing you’re into. But it’s seriously messed up to have come up with some great homework and be sent to your room with no dinner for it. And it’s not like we have weak personalities or that we lack the knowledge (naturally we’re always thinking we could be smarter) we just lack the position to defend ourselves. Often it’s like being in a box fight trying to hit your contender (who by the way should be your Don King) with a nice pair of plush gloves while big mamma Tyson is raining bare knuckle punches on your face while softly gnawing at your ear.

So what’s there to do?

Rebel? Outsmart them? Be diplomatic and hope it all goes away? Hardly. You can’t tell your haemorrhoids to go away by just sweet talking them, you gotta treat them differently, innit. So for all our sakes, let’s all start commanding some respect. From our colleagues, from our clients but most importantly from ourselves.

Like the folks at W+K and Honda say: Hate is great.
We got hate, now let’s go change things.