martes, 5 de agosto de 2008

Limpia tus pecados

Ahora con el tema de la responsabilidad ambiental, se han generado todo tipo de ideas, propuestas o de "soluciones". Una de ellas, altamante controversial, es el de el Carbon Offsetting. La propuesta era la siguiente. Tú que contaminas tanto, parar redimir tus culpas, podías comprar esa X cantidad de contaminación en bonos de carbono, lo cual significaba que eso que tu contaminabas tenía un precio. Los bonos que adquirías se iban a apoyar programas de energía renovable. De principio sonaba interesante, era como cobrar "impuestos" que se iban a proyectos de energía sustentable. El lado negativo (y el criticable -criticado-) es que abría las puertas para que las empresas (y personas) contaminaran todo lo que quisieran, pues al final tenían la oportunidad de comprar bonos de carbono. O sea que uno podía contaminar lo que uno quisiera en México y comprar bonos para apoyar programas de energía sustentable. O sea que mientras en el DF todo mundo se estuviera ahogando en smog en Suiza iban a tener energía más renovable.

¿Irónico? ¿un tanto ridículo?, pues sí. Para demostrar esto, unos chicos en Inglaterra decidieron poner este "lavadero de pecados" en un entorno totalmente diferente: el de el engaño entre parejas.





CheatNeautral ¿Cómo funciona? Uno engaña a su pareja todo lo que uno quiera, después del acto impune de infidelidad, uno cuantifica la cantidad del "engaño", a esa cantidad se le pone un precio de "bonos de engaño" y uno puede "redimir sus pecados" comprando esos bonos. El dinero acumulado de esos bonos se direcciona al apoyo de parejas monogámicas y responsables para que sigan viviendo de esa forma, sin engañar. Y así uno puede engañar cochinamente en el DF, mientras en Suiza una familia monogámica vive felizmente.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Me suena a bula papal...mejor sigo pensando que la infidelidad sólo es mala cuando me la hacen a mí!!!

epistolario segun san alvaro dijo...

hola que loco

Y que raro desgraciadamente el lavar el pecado no quita el daño al engañado