lunes, 11 de agosto de 2008

Celebremos (a) la Humanidad

No podía faltar el post "olímpico". Pero no se preocupen, no hablaremos ni de Phelps, ni de los chinos ni los del dopaje, para eso están los especialistas.

Al ver la inauguración de los Juegos Olímpicos, no pude dejar de imaginar el sentimiento que se ha de generar al estar presente dentro del estadio. Compartir con miles de personas, que aplauden a Irak, Pakistán, Afganistán y Cuba y que abuchean y vitorean a Estados Unidos. Sin duda el compartir con miles de personas dentro del estadio un mismo, pero a la vez distinto sentimiento, ha de ser un sentimiento, de esos como diría mi padre, "de una vez en la vida".



Más de 4 mil millones de personas viéndolo por televisión. ¿Qué es lo que nos hace a todos, a 4 mil millones de personas, estar pegadas a la televisión, teniendo ganas de compartir con personas totalmente ajenas a nuestro entorno cultural, social, económico, moral, etc.? La pregunta que detona esta preguna es, ¿por qué en publicidad tenemos la costumbre de hacer tantas divisiones por edad, nivel socioeconómico o lugar de nacimiento? ¿Cómo es posible que personas TAN diferentes y ajenas a las costumbres propias, pueden reunirse y aplaudir algo en común? La respuesta es sencilla: Ideales. Los ideales son los que hacen que la gente se quiera reunir, quiera participar, quiera apoyar, quiera crecer y quiera dar algo para hacer ese ideal más grande.

Marcas como Dove, Coca-Cola, adidas o Nike los tienen (entre las más conocidas), pero hay muchísimas más! como IKEA, innocent, Patagonia, etc.

Esto obviamente nos valida todavía más que debemos dejar de hablar de ideas de marca y hablemos mejor de ideales de marca. Proponoer algo con lo que la gente se identifique, aspire y que quiera compartir; algo con lo que la gente q olvidar sus diferencias y mejor encontrar las similitudes. Al final somos ls súper-seres-sociales. Tal vez y si hacemos esto, podamos tener algún día a 4 mil millones de personas buscando y estar deseosos de estar alrededor de la comunidad que se generó alrededor de nuestra marca.

Pero bueno, regresando el momento olímpico. Podríamos discutir que las olimpiadas se han visto ensuciadas por demasiado marketing (que en algún punto estoy de acuerdo, por una competencia desmedida (que en otro punto también estoy de acuerdo) y por el doping (pero bueno, esto ya incluso es ahora parte del juramento que hacen los deportistas, pero también estoy de acuerdo), pero el espíritu olímpico, ese que detonó y que sigue estando presente, es el que hay que seguir celebrando. Al final, ese es el espíritu que hace que todos nos pongamos alrededor de la TV, que lloremos tal vez cuando se prende la antorcha olímpica (al final, no vemos las olimpiadas por ver la marca de los uniformes de los deportistas!).

Acá les dejo 2 comerciales de la campaña que hizo TBWA (sino me equivoco) para las olimpiadas de Sydney 2000 (igual si no me equivoco). En lo personal, esta es una de mis campañas favoritas. (Por razones de derechos reservados, lo intenté buscar en youtube pero no los encontré, el material es propiedad de ellos, yo tengo los comerciales de hace mucho. )






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